Alguno de los mapas
Uno de los mapas que dibujó el niño perdido Peter Pan, era el Valle del Arroyo de donde brota el Agua de la Vida.
Toda agua, es el agua de la vida, sin embargo, en el país de Nunca Jamás, las cosas son diferentes, y, por tanto, para Peter, ese árbol era especial.
Le gustaba reunirse allí, al atardecer, con los demás niños perdidos, descansar de toda una jornada de juegos y bromas,o de peleas y escaramuzas con los piratas, y comer palosantos ,mandarinas o rojas cerezas.
Pintarse las manos lilas de higos y rojas de granadas mientras conversaban y se regodeaban de ellos mismos, por guapos y valientes.
Intrépidos capitanes de veloces barcos que pasaban los días sin más preocupación que no pensar en que pasará mañana.