Arcos y flechas
Uno de los juegos preferidos de los niños perdidos, es hacer ver que son indios de dos tribus diferentes,improvisar carreras hasta lo alto de la Montaña del Cuervo y trepar por los árboles para luego saltar encima de los contrincantes en la prueba de obstáculos.
El equipo que gana, ha de invitar a un festín de golosinas y jaldencias al otro equipo, con lo cual, nunca pierde nadie.
El material ideal para construir los arcos y las flechas, es la vara de sauce de verano, por eso se pasan tardes enteras del mes de Agosto, tirados a la sonbra de las palmeras de la playa, dando forma y curva a los enseres de juego de cada nueva temporada.
Los juegos empiezan cuando acaba la calor del verano, porque claro, los niños perdidos no son nada de nada tontos, y cuando a uno se le puso muy mal aspecto despues de andar correteando a más de 40 grados centigrados, según dijo con mucha seriedad Peter Pan, todos los demás vieron que era mejor esperar a que pasasen los rigores del calor. Para curarle le dieron 29 helados de arandano y otros 72 de leche merengada, con lo cual el niño, se indigestó una barbaridad, y engordó 12 kilos de repente , según observó Peter, que tenía un día muy observador, aún no ha adelgazado ni un gramo, y todos le llaman Bola Redonda desde entonces.
Pero de eso hace ya muchos veranos, y a ninguno se le ha puesto ese fatal mal aspecto de mucho calor desde entonces.